lunes, 3 de octubre de 2011

Escribamos un texto

A fin de ir cogiendo el gusto a esto de escribir, propongo a los alumnos una situación muy concreta. Les digo que imaginen haber estado ayer domingo en el cine con un amigo o amiga, que luego de ver la película discutieron por alguna razón concreta, y que tienen que elaborar una carta en la que se disculpen ante su amigo o amiga por lo ocurrido. Para poder ir detallando los errores que cometan, señalaré con un color distinto aspectos que irán comentándose en el aula. La carta debe tener sobre las 150 palabras. He aquí el resultado de este primer intento:


Esta carta la escribe Laia Sánchez, no tiene las 150 palabras, pero puede servir para hacer unos comentarios iniciales:
Hola amiga, siento mucho haberme enfadado y peleado tanto contigo.
Sé que lo que hice no estuvo nada bien, pero me gustó tanto la película que cuando tú me dijiste que no te gustó nada, me puse de los nervios.
Espero que me perdones después de habértelo pensado mucho.
Cuando me perdones, podemos volver a ir a ver una película, y prometo no ser como fui la última vez.
Siempre hemos sido amigas y nos conocemos desde parvulario, espero que me perdones y que nuestra amistad no termine por esta insignificante discusión.
Bueno, adiós, cuando quieras llámame y podremos hablar.
Por favor, contesta a esta carta que te he enviado amablemente.

En cualquier tipo de texto que escribamos es importante evitar las repeticiones. Una forma de lograrlo, es echando mano de los sinónimos o de expresiones que se ajusten bien al contexto. En vez de repetir espero que me perdones, Laia podría haber dicho lo mismo de otra manera: me gustaría que me perdonases, por ejemplo, u ojalá me perdones. Es lo mismo, pero usamos otras palabras.
También hay que ser preciso cuando expresamos algo. Prometo no ser como fui la última vez, dice Laia, pero de lo que se trata no es de ser (puesto que cambiar de forma de ser es prácticamente imposible), sino de comportarse. Por tanto, lo que ha que prometer es no comportarse como la última vez.
Por último, si pedimos a una persona que nos perdone, no tenemos que añadir que se lo piense mucho. En todo caso, el perdón debe ser sincero e inmediato, si no, deja de tener efecto.

Esta otra carta es de Berta Castillo:

Hola Carla:
Te escribo esta carta para pedirte disculpas por lo del cine.
Yo no quería pelearme contigo, porque ahora lo pienso y digo… “nos hemos peleado por una tontería”.
Ahora me doy cuenta de que lo que decías tú era verdad. Lo que pasó entre nosotras no tiene que afectarnos en nuestra amistad, ni en nuestra relación de amigas.
Espero que todo lo que pasó no vuelva a pasar nunca más. Lo que tú decías de la película era que no hacía gracia. Pero yo sólo reía porque a mí me gustaba esa película y estaba pasando un buen rato contigo. Por esto te digo que me perdones y te propongo que quedemos nuevamente para hacer algo juntas. Si a ti te apetece ir al cine o ir a la bolera yo haré lo que tú decidas, porque la otra vez escogí yo  y esta vez te toca a ti.
Espero tu respuesta. Un saludo de tu amiga y perdóname por todo.
BERTA


No hay comentarios:

Publicar un comentario